- Limpieza regular
- Skim o recogida de escombros: Se utiliza una red para remover hojas, insectos y otros desechos flotantes en la superficie del agua.
- Fondo de la piscina: Se debe utilizar un aspirador de piscina o una barredora automática para eliminar la suciedad y residuos que se acumulan en el fondo.
- Limpieza de las paredes: Las paredes de la piscina pueden acumular suciedad, algas y depósitos de cal, por lo que se recomienda frotarlas con un cepillo especializado para evitar que se formen manchas o algas.
- Filtración
- Revisión del sistema de filtración: Los filtros de la piscina (filtros de arena, cartucho o de diatomeas) deben mantenerse limpios y en buen estado de funcionamiento. Esto incluye revisar el nivel de presión del filtro y limpiarlo o reemplazarlo según sea necesario.
- Funcionamiento del sistema de bomba: Es fundamental asegurarse de que la bomba de la piscina esté operando correctamente para asegurar la circulación constante del agua y el filtrado adecuado.
- Balance químico del agua
- Medición de pH: El pH del agua debe mantenerse en un rango ideal (entre 7.2 y 7.6) para evitar irritaciones en la piel y ojos de los nadadores, así como para garantizar que los productos químicos actúen correctamente.
- Cloro o desinfectante: Se debe asegurar que el nivel de cloro (o cualquier otro desinfectante utilizado) esté en el rango adecuado para eliminar bacterias, virus y otros microorganismos.
- Alcalinidad y dureza del agua: Estos niveles deben mantenerse dentro de los rangos recomendados para prevenir daños a las superficies de la piscina y asegurar un buen funcionamiento de los productos químicos.
- Revisión de la estructura de la piscina
- Inspección de la superficie: Es importante revisar las superficies de la piscina en busca de grietas, daños o desgaste. Esto incluye las paredes, el fondo y los bordes de la piscina.
- Revisión del sistema de calefacción: Si la piscina tiene un sistema de calefacción, este debe ser revisado regularmente para asegurarse de que funcione de manera eficiente.
- Cubierta de la piscina (si aplica)
- Uso de cubierta de piscina: En climas fríos o cuando no se usa la piscina regularmente, se recomienda cubrirla con una lona o cubierta para evitar que se ensucie, reducir la evaporación del agua y mantener la temperatura estable.
- Tratamiento de algas
- Prevención y control: Para evitar la proliferación de algas, se pueden utilizar productos específicos como algicidas. Si ya hay una proliferación de algas, es necesario un tratamiento más intensivo, que incluya limpiar y aplicar el tratamiento adecuado.
- Verificación de equipos adicionales
- Iluminación: Comprobar que las luces de la piscina estén en funcionamiento y no presenten fallas.
- Escalera y accesorios: Verificar que escaleras, barandillas y otros accesorios estén en buen estado y sean seguros para su uso.